- Área: 150 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Nicolás Mántaras
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa quinta se localiza en la ciudad de Santa Fe, en la comuna de Arroyo Leyes, a 12 km del centro de la capital de la Provincia, por la ruta provincial n°1, la ruta de la Costa, vía de comunicación que una las localidades que bordean el sistema de ríos, islas, riachos y arroyos del Paraná, siendo esta condición litoral la que define la arquitectura.
Proyectar La Sombra
La primera reunión con el comitente se sucedió en el sitio, y en el recorrido por el mismo, se manifestó el anhelo por un espacio en “contacto con la naturaleza”, imaginaban: fin de semana salir de la ciudad y arribar a un ambiente en donde predominara el “verde”. Este espacio se manifestó en una gran galería, y se constituyó en el componente articulador del proyecto.
La Galeria
La primera reunión con el comitente se sucedió en el sitio, y en el recorrido por el mismo, se manifestó el anhelo por un espacio en “contacto con la naturaleza”, imaginaban: fin de semana salir de la ciudad y arribar a un ambiente en donde predominara el “verde”. Este espacio se manifestó en una gran galería, y se constituyó en el componente articulador del proyecto.
Al Norte, se configura una galería 4.00 x 20.00 metros, umbral interior exterior, articulador de diversos modos de apropiación y del habitar.
El Este se conforma como conexión entre los dos jardines, y muro lindero, evitando visuales desde el espacio principal de la casa.
Al Sur como canalón de hormigón que recoge el agua de lluvia y la conduce al patio del oeste.
Los Jardines
La casa quinta fue pensada en una intensa relación arquitectura|paisaje, manifestándose en una secuencia espacial de jardines, que articulan el conjunto, expresando las características fito-geográficas de la región. Jardines que fueron definidos asimismo en la acción, deviniendo en un par como sub-unidad de paisaje; el jardín contemplativo, de los sentidos, se conforma de herbáceas y árboles de intensos colores y un conjunto de enredaderas aromáticas: flores nativas de vistosos colores ( margaritas de campo, lavandas y verbenas ), texturas diferenciadas (cortaderas, penisetum rubra), el sonido de las hojas del ibirá pitá o el movimiento pendular del ciná-ciná. El jardín lúdico se materializó en una media sombra de timbós; el jardín de contención por asociaciones de herbáceas que junto al damasco (prunus armeniaca) y al cribado de ladrillo atenúan la incidencia del sol del oeste. Finalmente el ceibal instiga los mates a la vera de su sombra.
El Muro
El ladrillo como marca del territorio. La tensión entre lo estereotómico y tectónico se define en la relación forma-materia. La estructura metálica del muro de ladrillos conduce los esfuerzos hacia la tierra, materializa el límite entre naturaleza y artificio, encuadra el entorno y posibilita la expansión de la mirada. Asimismo se transforma en equipamiento: bancos y nichos de guardado complementan la necesidad de flexibilizad y versatilidad de los espacios.